lunes, 28 de febrero de 2011

El primer perro clonado comercialmente ya está en casa con sus dueños

El primer perro clonado comercialmente ya está en casa con sus dueños

El Labrador clonado, en su casa de Boca Ratón (Florida). | Efe
El Labrador clonado, en su casa de Boca Ratón (Florida). | Efe
Un cachorro de labrador de 10 meses que fue clonado por una empresa californiana en Corea del Sur ha sido entregado a sus dueños estadounidenses cerrando así el primer caso de un "perro clonado comercialmente en el mundo", según ha informado la empresa BioArts International en San Francisco.
Edgar y Nina Otto, una pareja de Boca Raton (Florida), pagaron 155.000 dólares por el clon de su labrador Lancelot, fallecido en enero de 2008. El cachorro Lancelot Encore vive ya en una gran casa con jardín con otros nueve perros, diez gatos y seis ovejas.
"Estamos tan felices de tener al pequeño Lancey por fin en nuestra familia", dijo Nina Otto. "Su antecesor significaba mucho para nosotros. Estamos fuera de sí de alegría".
El responsable del servicio de clonación, Lou Hawthorne, describió al cachorro como un "pequeñito muy vivaz". "Mordisquea todo y ya roba cosas", bromeó. El experto estima que el perro tendrá una vida normalde entre 12 y 13 años y que será "totalmente fértil" como para tener descendencia.
Nina y Edgar Otto posan con su labrador clonado, Sir Lancelot Encore, y una foto de su 'versión original' fallecida. | Efe
Nina y Edgar Otto posan con su labrador clonado, Sir Lancelot Encore, y una foto de su 'versión original' fallecida. | Efe
Los Otto fueron una de las cinco familias que en julio pasado participaron en una subasta para ser los primeros en recibir un perro clonado. Lancelot ya estaba muerto para entonces, pero el matrimoniohabía congelado material genético de su perro. En octubre este material fue implantado a una hembra en Corea del Sur y el 18 de noviembre nació el cachorro.
La idea de la clonación le vino a Hawthorne en 1997, cuando la oveja Dolly -primera copia genética de un mamífero- hizo furor en el mundo. Compró al equipo de Dolly la licencia mundial para clonar perros y gatos.
En 2004 la firma de biotecnología de Hawthorne, llamada entonces Genetic Savings and Clone, fue noticia por clonar gatos a pedido yvenderlos por 50.000 dólares. Sin embargo, dos años después la empresa tuvo que cerrar porque el procedimiento no era rentable económicamente.
El veterinario surcoreano Hwang Woo Suk presentó en agosto de 2005 por primera vez un clon de un perro vivo, un afgano llamado Snuppy. Aunque dos estudios de Hwang sobre células embrionarias humanas resultaron ser falsos, Snuppy sí era un clon auténtico. Por eso, la empresa californiana quiere realizar en el laboratorio surcoreano ahora el resto de sus proyectos de clonación.
El año pasado, Hawthorne clonó a su propia perra. Missy, una mezcla de border collie y husky, había muerto en 2002 a los 15 años. Con su material genético congelado se crearon tres hermanos. Los tres se parecían a Missy y heredaron sus características, afirma Hawthorne.

jueves, 24 de febrero de 2011

Severo Ochoa


Nacido en Luarco, Madrid, 1905-1993, Fue un Bioquímico español nacionalizado estadounidense. Estudió medicina en Madrid y, tras doctorarse en 1929, viajó a Alemania como becario de la Junta de Ampliación de Estudios y trabajó con Otto Meyerhof en el Kaiser Wilhelm Institut de Heidelberg. Regresó a España y contrajo matrimonio con Carmen García Cobián en 1931, año en que fue nombrado profesor de Fisiología en la Facultad de Medicina de Madrid. En 1935 se le encargó la dirección de la sección de fisiología en el nuevo Instituto de Investigación Medicas, también en la capital de España.

Un año después regresó a Heidelberg como investigador y en 1937 pasó a Inglaterra, trabajando en el Laboratorio de Biología Marina de Plymouth y más tarde en la escuela de Medicina de la Universidad de Oxford. En 1940 emigró a Estados Unidos, dónde en 1942 se incorporó a la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, siendo nombrado catedrático y director del departamento de bioquímica en 1954, cargo que ocupó hasta su jubilación en 1974. Desde 1956 era ciudadano norteamericano. El metabolismo intermedio, especialmente, las reacciones enzimáticas del metabolismo de los carbohidratos y los ácidos grasos, han sido el objetivo principal de las investigaciones de Ochoa. Su estudio de la fotosíntesis y, en particular, de las reacciones de coenzimas catalizadas por la luz, así como del papel que desarrollan en la síntesis de los carbohidratos, le llegaron a descubrir y aislar, a comienzos de los años cincuenta, un importante nucleótido, la trifosfopiridina.

La crisis enzimático del ácido ribonucleico, obtenida por primera vez por Ochoa en 1955 en el contexto de sus investigaciones sobre las reacciones en los fosfatos, le valió en 1959 el Premio Novel de Fisiología y Medicina, que compartió con A. Kornberg. El descubrimiento abrió el camino a la síntesis artificial de materia viva, y el propio Ochoa, junto con W. M. Stanley, consiguió la creación de un virus artificial en 1956. Falleció el 2 de Noviembre de 1993 en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, a los 88 años, y recibió sepultura en su ciudad natal.





lunes, 21 de febrero de 2011

Recrean células de corazones enfermos en el laboratorio

Usando células madre de pacientes jóvenes con un defecto congénito grave que afecta al corazón, científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (EE UU) han creado células cardíacas capaces de latir que portan la misma mutación genética que los enfermos. De esta forma, podrán estudiar la enfermedad directamente en el laboratorio en busca de una cura. 
corazon-rotoEl síndrome de Tymothy es una enfermedad rara de origen genético que afecta a una de cada 7.000 personas en todo el mundo y que provoca en el corazón el llamado síndrome de QT largo, un defecto que causa latidos cardíacos irregulares. Los pacientes mueren con frecuencia a edades muy tempranas, y en ocasiones sufren también autismo. La clave de la enfermedad reside en un gen defetuoso que codifica una proteína llamada canal de calcio, que controla el flujo de calcio en la membrana celular. Este proceso es crucial en muchos tejidos, pero especialmente en las neuronas y en las células musculares, incluyendo las cardíacas, ya que permite su contracción.

Para estudiar la fisiología de estos pacientes, el investigador Ricardo Dolmetschy su equiporeprogramaron las células de la piel de dos pacientes con síndrome de Timothy y cinco personas normales y las convirtieron en cardíacas. Las células cardíacas de los sujetos sanos latían a un ritmo de 60 latidos por minuto, mientras que las de los pacientes con el síndrome apenas alcanzaban los 30 latidos por minuto. Usando un fármaco anticancerígeno experimental llamadoroscovitina, lograron que las células “enfermas” latieran a un ritmo normal.

El estudio se encuentra entre los primeros en utilizar la reprogramación de células ordinarias humanas para que se comporten como células madre pluripotentes inducidas o iPS, que pueden cultivarse en el laboratorio para estudiar las enfermedades y desarrollar nuevas terapias.

¿Por qué los chimpancés tienen más cromosomas que nosotros?

chimpancesComo todos sabemos, el número de cromosomas delser humano es de 23 pares, o sea, 46cromosomas. Los chimpancés, nuestros primos más cercanos, tienen 48 y el porqué no está muy claro. Pero quizá lo que no resulte tan conocido es que, hasta mediados del siglo XX, los científicos creían que teníamos 48. Quien deshizo el entuerto fue un joven nacido en Java, Joe Hin Tjio, experto en genética vegetal. Desde 1948, Tjio dirigía un equipo de trabajo en citogenética en Zaragoza, pero en sus vacaciones se marchaba a Suecia para investigar en el Instituto de Genética. Durante las vacaciones de Navidad de 1955, Tjio, trabajando con tejido pulmonar de embriones humanos, descubrió el error. A partir de entonces se supo que el ser humano tiene 46 cromosomas en vez de 48, como se pensaba hasta el momento

lunes, 14 de febrero de 2011

‘Lucy’ tenía los pies arqueados y caminaba erguida

hueso-afarensisUn grupo internacional de científicos ha descubiertoun hueso del pie de un pariente de "Lucy", laAustralopitecus afarensis más famosa de la historia, en Etiopía. La forma arqueada del hueso respalda la hipótesis de que esta especie dehomínido, que vivió hace más de tres millones de años, ya caminaba erguida. El hallazgo, que se publica hoy en Science, podría cambiar la visión de la evolución del hombre.

El hueso, encontrado en Hadar (Etiopía), corresponde al cuarto metatarso, uno de los huesos largos que conecta el dedo gordo con la base del pie. Sus características son similares a las del pie del humano moderno: es rígido y arqueado.“Este cuarto metatarso es el único conocido del Australopithecus afarensis y es una pieza clave para entender la tempranaevolución de la exclusiva capacidad de andar del hombre”, explica William Kimbel, director del estudio en el que han participado la Universidad de Missouri (EE UU) y la Universidad Estatal de Arizona (EE UU).

“Los arcos de los pies son claves para caminar porque amortiguan los golpes y ofrecen un soporte rígido para impulsarnos desde los pies hacia delante”, añade Carol Ward, coautora del estudio. “El desarrollo de los pies arqueados señala que nuestros antecesores abandonaron la vida en los árboles a favor de la vida sobre el suelo”, añade Ward.

El hallazgo respalda la teoría de que la especie A. afarensis podía caminar erguida sobre dos pies. La hipótesis surgió tras encontrar parte del esqueleto de Lucy, de 3,2 millones de años de antigüedad, en 1974. La forma de su pelvis reveló su posible capacidad bípeda.

El Australopithecus afarensis tenía un cerebro más pequeño y mandíbulas más fuertes que el ser humano con las que podían comer varios tipos de comida (frutas, semillas, frutos secos, raíces, etc.). Disponer de arcos en el pie parecidos a los del humano moderno le permitía vivir en zonas abiertas o boscosas y obtener comida cuando lo necesitase.

Rosalind Elsie Franklin.

ROSALIND ELSIE FRANKLIN, LA MADRE DE LA GENÉTICA
La corta vida de Rosalind Franklin estuvo llena de obstáculos. La primera mujer en fotografiar la molécula del ADN y descubrir la estructura de nuestra composición genética, murió sin ser reconocida por sus logros. En 1962, cuatro años después de su muerte y durante la entrega de los premios Nobel a la medicina, el nombre de Franklin brilló por su ausencia. Curiosamente, su trabajo fue decisivo en el descubrimiento del ADN en 1953.

Pero Rosalind tuvo dificultades para obtener lo que quería desde el principio. A pesar de haber nacido en una familia adinerada de Londres, la científica tuvo que luchar con los problemas de ser mujer a principios del siglo XX. Rosalind nació en 1920, en el seno de una dinastía judía que decían ser orgullosos descendientes del Rey David.

Los parientes de Rosalind acogieron durante el régimen y la ocupación Nazi a muchos judíos refugiados. En una ocasión, la joven compartió su habitación con un jovencito cuyos padres habían sido enviados a campos de concentración.

A los quince años, Franklin decide estudiar ciencias y toma el examen para entrar a la Universidad de Cambridge. Lo pasó con honores. Sin embargo, su padre no aprobaba que las mujeres fueran a la universidad y se negó a pagar sus estudios. Por suerte, una tía lo desafió y decidió encargarse de las
cuentas. Al final, la tía junto a la madre de Rosalind convencen al padre, quien no sólo paga por sus estudios sino que se convierte en el confidente de su hija. Ella le escribiría, en el verano de 1940: "la ciencia y la vida diaria no pueden ni deben ser separadas. La ciencia, para mí, provee una explicación parcial de la vida. Hasta donde puedo observar, está basada en los hechos, la experiencia y el experimento".

Rosalind se graduó en 1941 y enseguida comenzó un doctorado. Su especialidad residía en la química y la física molecular. Antes de cumplir 26 años ya había publicado cinco experimentos sobre la composición molecular del carbón y la mejor forma de usarlo durante la guerra. Los que la conocieron dicen que adoraba los hechos. Era terca, directa, rápida y no vacilaba para tomar una decisión.

Al finalizar la guerra en Europa, Franklin se va a Francia donde permanece tres años hasta que es invitada por la Universidad de King para que continúe con sus trabajos sobre el ADN. La ciencia de la genética estaba por nacer. Sin embargo, la estadía de Rosalind en la universidad británica no comenzó con buen pie.

Un malentendido administrativo originó una antipatía con su compañero de trabajo, Maurice Wilkins. Rosalind pensaba que el proyecto era solo de ella, Maurice sostenía que él estaba a cargo. Ella lo trataba como a un asistente mientras él intentaba tomar las riendas.

Franklin ya había realizado uno de los descubrimientos más importantes del siglo. En febrero de 1953 escribió en sus cuadernos que la estructura del ADN estaba compuesta por dos cadenas. Además, Franklin tomó la primera radiografía de la famosa doble hélice y notó que los grupos de fosfatos iban por fuera y que el ADN existía en dos formas. Rosalind también había medido de manera precisa la unidad celular más pequeña de cristal de ADN.

Pero Franklin no estaba cómoda en King. Se llevaba mal con Wilkins y se sentía aislada por ser judía en una universidad predominantemente católica. Parte de la población en King estaba compuesta por estudiantes seminaristas de la iglesia. Además, sólo ocho mujeres más estudiaban ciencias en todo el lugar, ninguna de ellas era judía. A punto de terminar el proyecto, Rosalind
lo abandonó todo para instalarse en otra universidad.

Pero otros dos químicos, James Watson y Francis Crick, estaban a punto de descubrir lo que Franklin no sólo sabía sino que también había observado. Watson viajó a la Universidad de King en esa semana. Allí, Wilkins le mostró los apuntes de Rosalind y la radiografía del ADN. Watson diría más tarde que al ver aquello, "el corazón comenzó a latirle rápidamente".

Semanas después, Watson, Crick y Wilkins, publicaban los estudios que le ganarían el premio Nobel en Medicina. Mientras, Rosalind se instalaba en la Universidad en Birckbeck, donde pasaría felices momentos estudiando virus.

Hasta el momento, no existe evidencia alguna de que Rosalind se enterara posteriormente que Watson y Crick habían visto su trabajo a través de Wilkins y Max Perutz del Laboratorio Cavendish, antes de publicar sus experimentos.

Curiosamente, Franklin, Watson y Crick se hicieron buenos amigos. Los tres científicos comenzaron a colaborar luego de que se publicaran los estudios sobre el ADN en la revista científica Nature. Más tarde viajarían juntos por Europa y Rosalind se refugiaría en la casa de Crick en los peores momentos de su enfermedad. Pero ellos nunca le agradecieron directamente por su trabajo ni mencionaron haberlo visto antes de publicar los suyos.

Irónicamente, la Universidad de King, el lugar donde Rosalind pasó sus peores momentos, le ha dedicado un edificio a la científica. El plantel se llama Franklin-Wilkins, en honor a la "pareja-dispareja".

Pero los homenajes al trabajo de Franklin llegaron muy tarde. La madre de la genética murió en 1958 de cáncer en el ovario. Tenía 37 años.

Cuatro años más tarde, tres hombres disfrutarían del premio más alto a la labor científica gracias a ella. Pero nadie mencionó entonces su nombre. Las leyes del premio tampoco permitían que lo recibieran científicos después de morir. Sólo años después de la muerte de la mujer, Watson y Crick
confesarían, durante entrevistas y biografías, que sin el trabajo de Rosalind Franklin les hubiese sido imposible publicar sus experimentos tan rápidamente.

No obstante, para Rosalind el estudio de la estructura del ADN nunca se trató de una carrera. No sabía que otros luchaban por llegar primero a una meta que ella había decidido guardar en una maleta y posponer su búsqueda hasta conseguir sentirse más cómoda con su vida. 




Nacimiento25 de julio de 1920
Bandera de Inglaterra KensingtonInglaterra
Fallecimiento16 de abril de 1958 (37 años)
Bandera de Inglaterra LondresChelsea, Inglaterra
CampoBiofísica, Cristalografiado
Alma máterUniversidad de Cambridge


Hola Giovanni,
Espero estés mejor. Estoy comprobando si funciona tu blog y todo ha ido bien. Me parece muy interesante el artículo sobre Lucy y que hayas querido publicarlo. Un saludo
Laly